
Un trazo más de la mano...
Tus labios,
cunas que se mecen a la orilla de un lago de miel.
Quisiera siempre hundirme en él.
Tus ojos,
balsas que navegan en el mar de ilusión y esperanza.
Para conocerlo, el tiempo no me alcanza.
Las manos tuyas,
creadoras de grandes milagros,
moldean la vida a tu voluntad,
vida muy transparente y bella en verdad...
Tu piel,
manta sagrada que cubre el más sutil de los cuerpos,
que para mí es uno de los más bellos...
Tu sonrisa,
Resplandor de luz que destella de lo más profundo de tu ser.
Siempre que cierro los ojos la puedo ver...
Cabellos de tí,
raíces que bailan al compás de una bella melodía,
a la cual quisiera ponerle armonía...
Tu aroma...
aroma de la tierra, el viento, el agua y el fuego,
olerlo siempre a la vida ruego...
Tus movimientos,
expresión perfecta de una hermosa sinfonía.
Me pregunto cómo es posible tan bella sincronía...
Tu sentir,
hueles, tocas pruebas,
ves y escuchas como pocos en este mundo...
me pregunto cual será tu sentimiento más profundo...
Soy merecedor de todo esto?, de esta creación tan sutil?
Habrá llegado nuestra historia realmente a su fin?...
Las Palabras
¿Qué son las palabras?
Según el diccionario, es un sonido o conjunto de sonidos articulados que expresan una idea, pero esa definición está vacía, son sólo palabras. Por ello re-definiré el término PALABRA.
Hay algo mágico en el lenguaje y en las palabras si las saboreas.
Las palabras vienen en varias presentaciones. Son tan infinitas como el mar o las estrellas, como la energía oscura que hay en el universo.
Las palabras son palomas mensajeras, son también un batallón de fusilamiento o un pañuelo de suave seda.
Las palabras son un rayo de cálida luz o una tormenta de truenos del cual refugiarse.
Las palabras son sorbos de agua fresca para el sediento o espada de la justicia para el que tenga el valor de portarlas.
Las hay de todos tamaños, chicas como un ají o grandes como una supernova.
Al que vea o escuche las palabras superficialmente, realmente lo siento, pero quien vaya más allá de ellas, ¡¡Bienvenido!! ¡¡Qué gusto!!
Quien se enfrente a las palabras con un velo, es un cobarde, pero quien muere inocentemente a su belleza... no sé, realmente, no sé. Le esperan remolinos, aventuras, vórtices, paraísos, luces centelleantes, pisadas en la arena, joyas preciosas, suave y tersa piel, paisajes majestuosos, brillantes y frescos ríos que desembocan en un océano pleno de lo pleno con ciudades puras y doradas en sus profundidades en donde cada gota es un deseo!
Las palabras no son lo que describen... Lo descrito es lo que es... Y después de las palabras... ¡NADA! Sólo un silencio, un espacio vacío, una sonrisa y nada más...
R.E.A.R.
Dolor
La oscura noche cae, y al parecer un día común y corriente está por terminar, pero siempre hay algo nuevo, todos los días se aprende algo nuevo, y los más grandes aprendizajes, no son los que vienen de afuera, sino los que vienen de adentro. La musica del radio del taxi mostraba una letra de infidelidad y despecho, y esta es la música que nos educa emocionalmente como nación.
Tomo 50 pesos, se los entrego al callado taxista y bajo a la casa. Hoy di clase de canto a un chavo con una energía muy particular. Con mirada inexpresiva, pero con un gran ánimo, siento dentro de él una inseguridad latente. Aunque por fuera todos mostremos un gran ánimo, y alegría y entusiasmo, siempre hay un dolor que nos une a todos.
Siento que es un dolor común de la humanidad, desde el taxista, hasta el sacerdote o el político. Hay un dolor muy profundo que puedo percibir muy dentro mío. Es el dolor de la humanidad, como un río gris en el cual los humanos navegamos. Es desastroso y agonizante este caudal doloroso en el cual nos encontramos. Por el, me siento unido a gente que está del otro lado del mundo. Casi puedo ver a los pobres trabajadores de las fábricas trasnacionales pasando por un dolor infinito con tantas horas de trabajo al día en unas condiciones pésimas y con un sueldo totalmente denigrante e insuficiente. Si eso no es esclavitud, no sé que será.
También puedo percibir la soledad y tristeza de algunas personas en castillos lujosos. En particular de una niña con un vestido blanco, sentada a la luz del sol frente a la ventana dentro de algún castillo ingles. Casi la puedo ver volteando a verme, sabiendo que la están observando debajo de una cómoda. Es una sensación escalofriante, pero que a la vez me llena de un calor inexplicable.
Hay gritos y sollozos provenientes de distintas partes del mundo, distintos escenarios. Una anciana cosechando arroz bajo el tormentoso látigo del sol en la lejana China.
Realmente siento que están dentro de mí, muy distinto a lo que se puede ver en la televisión o en tontos vídeos en internet. Ahora lo sé, lo percibo y lo vivo en carne propia, y no es que lo imagine, es algo real!
De repente me siento inmenso y un calor me recorre todo el cuerpo. Será amor? No creo. Siento que el amor es algo muchísimo más grande que esto que siento.
Lección del día de hoy... El mundo duele y sufre, y se está desgastando poco a poco, como un reloj viejo que necesita nuevas piezas o aceite. Este calor que siento en todo el cuerpo es reconfortante. Descansa mundo...
Eros en mi corazón.
Qué hay detrás de la sexualidad, del deseo y el placer erótico?
Hay todo un juego lleno de pasión romántica y sensualidad que, al jugarlo con justicia, además de volverse bello y profundo, se convierte en toda una experiencia que nos acerca íntima y sublimemente con el ser amado.
No soy experto en ello, pero es algo que leo en mí.
No tengo que ir con un especialista para leer mi corazón, de lo contrario seria la lectura del especialista a través de sus ojos, y no algo propio. Estamos tan acostumbrados a hacer lo que nos dicen "los expertos" y no hacemos el trabajo por nosotros mismos de leer nuestro propio libro, nuestro corazón.
El erotismo y la sexualidad, cuando se ponen en su justo lugar, se convierten en todo un arte. Desde las delicadas caricias que nos erizan la piel, el tono de voz que nos conecta con nosotros mismos y con nuestra pareja, el olor de ambos que despierta nuestros sentidos al máximo y la proximidad de los cuerpos libremente.
Hay un abismo de diferencia entre tener sexo así nada más y tener sexo con amor y respeto profundos, en el cual hay mucha responsabilidad, cuidado, cariño, afecto e integridad. Al hacer el amor, el cuerpo de nuestra pareja se convierte en un campo majestuoso por descubrir y asombrarse, y cada encuentro es un misterio por develar.
Cada poro y cada gota cuentan una historia.
Cada vello y cabello son parte de un bosque vivo en el cual reposan todos nuestros sueños.
Cada gemido entra más en nuestro ser para recordarnos que se es uno solo.
Cada fluido, al saber que se es sexualmente sano, puede ser un bálsamo.
La entrega de la intimidad de la pareja, cuando se hace creativamente, nos abre un abanico de infinidad de posibilidades que nos puede llevar a estados de ser e introspección muy profundos, y nos conecta con nuestra parte animal y salvaje.
Tener sexo con amor y comprensión, nos transforma y llena de vitalidad y energía, pues nos conecta con la fuente de la vida.
Basta de tabúes e hipocresías, todos tenemos esta llama ardiente dentro de nosotros... R.E.A.R.
Grietas en el asfalto
Hay humedad en el aire. Tlaloc hizo de las suyas. Salgo a caminar un rato y entre los alumnos vespertinos de Prepa que se organizan mientras fuman sus cigarros inocentemente, el dulce aroma de las crepas callejeras y el pasar constante de los carros; hay un palpitar en el sur del DF; la ciudad comienza a despertar a sus sueños.
Sigo caminando para observar más allá "mi barrio". El sonido de los pistones al rojo vivo es incesante, las arterias enfermas del corazón de este país fluyen. Hace unos días, mientras mi hermano y yo volábamos sobre la metrópoli, vimos a esta interminable urbe como lo que es: ¡Un monstruoso montón de cemento!
Sigo recorriendo el asfalto y chapopote y me encuentro con una sirena; ahí está; verde, blanca y mirándote con sus ojos suspendidos en el tiempo; uno de los principales íconos de nuestra moderna y consumista civilización. Schwarzenegger debe estar nadando en billetes verdes gracias a ella. Me dejo llevar por sus encantos y entro en su cueva. Debo reconocer que es agradable el lugar. Música de elevador. Encuentro una mesa, me siento y comienzo a escribir. Tendré que levantarme y pedir un café para poder hacer uso del internet. Un charamel machiatto caliente grande en mis manos y mi antiguo lugar ahora tiene dueño.
Juntas de trabajo, encuentros ocasionales, chicos fumando y citas aburridas. Amigas tomando café y de repente me siento invadido por una cultura muy norteamericana. ¿Será culpa de las series de televisión y de la cultura musical pop?
¿Será un imperialismo cultural?
Según Douglas Tarnawiecki así es. ¡Y claramente lo es! ¡¡Fuck America!! Lo bueno es que pronto todo ese show se vendrá abajo.
Hay algo asombroso por encima de todo esto. Siempre están ahí y los pasamos por alto. Mientras caminaba se toparon ante mi como unos gigantes sabios, ajenos a todo este embrollo. Siempre ahí, observando todo diligentemente. Parecía que extendian sus brazos y dijeran: "seguimos aquí" cuidando de todos nosotros. Esos hermosos árboles con sus copas que te cobijan en muchas partes de esta monstruosa ciudad con todo su ruido innecesario. Ahí están cuidando de todos nosotros. Ellos si hacen su trabajo, no como los políticos. Con tan sólo recordar los árboles, mi pecho se calienta.
¿Por qué los pasamos por alto? ¡Siempre están ahí! ¡¡Siempre!! ¿Será que no sabemos ver? La vida es tan inmensa en sólo un instante.
Más allá del café y las platicas, más allá de la música de elevador o del ritmo acelerado de la ciudad, más allá de las enredadas y largas calles de nuestro Distrito Federal(ahora Ciudad de México), más allá de todo este bullicio, siempre está eso inmenso, solo que no lo sabemos ver, no lo sabemos escuchar, no lo sabemos oler ni lo sabemos saborear. No lo sabemos tocar. Y cuando lo percibimos profundamente, hasta las sirenas son bellas, las luces de las patrullas centellean en tu alma y el éxtasis es tuyo en un solo instante. Entonces ves lo que no veías, hueles lo que no olías, saboreas lo que no saboreabas, tocas lo que no tocabas y sientes lo que no sentías. La ciudad está en tí. No sé.. sólo decía...